La comisión EMPL (Empleo y Asuntos Sociales) del Parlamento Europeo ha aprobado hoy, 8/12, con 27 votos favorables y 24 contrarios, su opinión sobre el CETA en la que pide al Parlamento Europeo rechazar el acuerdo.

En el texto de la opinión se afirma: “La Comisión de Empleo y Asuntos Sociales pide a la Comisión de Comercio Internacional, competente para el fondo, que recomiende el rechazo por parte del Parlamento de la propuesta de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre Canadá, por una parte, y la Unión Europea y sus Estados miembros, por otra.»

En las motivaciones (aquí el texto) podemos leer: “En lo que respecta a la creación de trabajo decente, los datos empíricos basados en modelos reales indican, en el mejor de los escenarios, unos incrementos marginales de empleos en la UE, no superiores al 0,018% en un período de ejecución de 6 a 10 años. Además, estudios recientes basados en estos modelos han pronosticado pérdidas reales de 204.000 puestos de trabajo para la UE en su conjunto, incluyendo 45.000 en Francia, 42.000 en Italia y 19.000 en Alemania. Más allá de eso, la evaluación de impacto realizada en 2011 muestra alteraciones significativas sectoriales, que podrían conducir, en última instancia, a un aumento en el desempleo a largo plazo”.

En cuanto a los salarios, los datos empíricos muestran que el acuerdo ayudaría a profundizar la brecha salarial existente entre los trabajadores calificados y no calificados, lo que conlleva el aumento de desigualdades y tensiones sociales.

El acuerdo no contiene ni un capítulo con medidas destinadas específicamente a apoyar a las PyMEs.
Actualmente hay 20,9 millones de PyMEs en la UE (93% de las cuales tienen menos de 10 empleados), pero sólo 619.000 exportan fuera de la Unión. En el contexto de liberalización que se crearía con el CETA, las PyMEs serán totalmente expuestas a la fuerte competencia de las empresas transnacionales en América del Norte, lo que pone en riesgo los 90 millones de puestos de trabajo que ofrecen (67% del empleo total).

A pesar del hecho de que el CETA contiene un capítulo especial sobre el comercio y el empleo, existe una clara disparidad entre los niveles de protección previstos para los derechos de los inversores y de los trabajadores. El estatus privilegiado concedido a los inversores por el sistema legal de protección de las inversiones (ICS) contrasta claramente con la protección de los intereses y derechos de los trabajadores».

Las grandes movilizaciones han surtido sus efectos. Desde la Campaña NoalTTIP, CETA, TiSA seguimos denunciando el contenido del acuerdo y presionando las/los eurodiputadas/os llamadas a dar su opinión en las diferentes comisiones, antes de la votación en el INTA (Comisión de Comercio Internacional), prevista para el 24 de enero.
La siguiente comisión que redactará y votará su opinión es ENVI (Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria), el próximo 12 de enero.

La comisión EMPL (Empleo y Asuntos Sociales) del Parlamento Europeo ha aprobado hoy, 8/12, con 27 votos favorables y 24 contrarios, su opinión sobre el CETA en la que pide al Parlamento Europeo rechazar el acuerdo.

En el texto de la opinión se afirma: “La Comisión de Empleo y Asuntos Sociales pide a la Comisión de Comercio Internacional, competente para el fondo, que recomiende el rechazo por parte del Parlamento de la propuesta de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre Canadá, por una parte, y la Unión Europea y sus Estados miembros, por otra.»

En las motivaciones (aquí el texto) podemos leer: “En lo que respecta a la creación de trabajo decente, los datos empíricos basados en modelos reales indican, en el mejor de los escenarios, unos incrementos marginales de empleos en la UE, no superiores al 0,018% en un período de ejecución de 6 a 10 años. Además, estudios recientes basados en estos modelos han pronosticado pérdidas reales de 204.000 puestos de trabajo para la UE en su conjunto, incluyendo 45.000 en Francia, 42.000 en Italia y 19.000 en Alemania. Más allá de eso, la evaluación de impacto realizada en 2011 muestra alteraciones significativas sectoriales, que podrían conducir, en última instancia, a un aumento en el desempleo a largo plazo”.

En cuanto a los salarios, los datos empíricos muestran que el acuerdo ayudaría a profundizar la brecha salarial existente entre los trabajadores calificados y no calificados, lo que conlleva el aumento de desigualdades y tensiones sociales.

El acuerdo no contiene ni un capítulo con medidas destinadas específicamente a apoyar a las PyMEs.
Actualmente hay 20,9 millones de PyMEs en la UE (93% de las cuales tienen menos de 10 empleados), pero sólo 619.000 exportan fuera de la Unión. En el contexto de liberalización que se crearía con el CETA, las PyMEs serán totalmente expuestas a la fuerte competencia de las empresas transnacionales en América del Norte, lo que pone en riesgo los 90 millones de puestos de trabajo que ofrecen (67% del empleo total).

A pesar del hecho de que el CETA contiene un capítulo especial sobre el comercio y el empleo, existe una clara disparidad entre los niveles de protección previstos para los derechos de los inversores y de los trabajadores. El estatus privilegiado concedido a los inversores por el sistema legal de protección de las inversiones (ICS) contrasta claramente con la protección de los intereses y derechos de los trabajadores».

Las grandes movilizaciones han surtido sus efectos. Desde la Campaña NoalTTIP, CETA, TiSA seguimos denunciando el contenido del acuerdo y presionando las/los eurodiputadas/os llamadas a dar su opinión en las diferentes comisiones, antes de la votación en el INTA (Comisión de Comercio Internacional), prevista para el 24 de enero.
La siguiente comisión que redactará y votará su opinión es ENVI (Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria), el próximo 12 de enero.